viernes, 21 de marzo de 2008

Capítulo 1: A ambos lados del auricular


Ese viernes como a las dos de la tarde repicó y no supe qué era porque ya ningún timbre me era familiar. Yo estaba explorando algunos temas en Internet y el artefacto en cuestión no paraba de sonar….pero como siempre yo un poco despistada, llegué a pensar que era un fondo musical de la página en la que me encontraba navegando. No sé cómo caí en cuenta que era el último tono que había seleccionado para mi teléfono y corrí a buscarlo debajo de una montaña de ropa con olor a suavizante, que me hizo recordar lo rico que era la ropa sin olor a querosén (aunque parezca descabellado, mi madre lavaba y aromatizaba la ropa de mi infancia con un chorrito de este fluido inflamable) Aparté la montaña y debajo lo encontré gritando, repicando como si quisiera insultarme por mi falta de delicadeza.
Como es costumbre, al pulsar el botón verde no escuché nada….¿Llamadas perdidas?, ….¿es Violeta?. Era un viernes en el que el cuerpo se me comienza a cansar desde que se hacen las dos de la tarde, en el que comienzo a sentir de cerca la tan llamada y tan temida soledad. Otro sonido y… mensaje recibido. “Gabriel es el nombre del señor de las casas 0414-653579865332” .Inmediatamente marco el número: 34521672311345567. Del otro lado del auricular Gabriel y su güisqui con coca cola en Mister Music, esperando que el personal haga su trabajo, pero cuyo objetivo principal era evadir a esa señorita que le aparece a él también todos los viernes a la acostumbrada hora, dos de la tarde.
- Si, buenas tardes.
Respondió con una voz sumamente cálida y confortable. De este lado del auricular yo, la montaña de ropa en la cama, una taza grande de café, boca pintada, uñas pintadas, teléfono en mano y en la cabeza un plan estratégico para evadir a la señorita. De ambos lados del auricular dos evasores de soledad, dos planes estratégicos para construir lo destruido tras 7 años -en ambos casos- tiempo en el que además de sin sabores, fuimos escogidos para procrear- junto a los hoy llamados ex y por embarazos gemelares- 2 hermosos frutos idénticos provenientes de una misma placenta. De ambos lados del auricular ellos y sus fieles acompañantes contenidos en vaso y taza.
Era un viernes, y no puedo dejar de repetirlo. Mas que por desarrollar un plan de negocio salí con plumas en los oídos acariciando mis tímpanos y recordando -mientras aplicaba otra capa de rimel en mis pestañas - la melodiosa voz de Gabriel.
La cola de carros en la autopista del elevado era sumamente larga lo que hizo que me diera tiempo de continuar maquillándome mientras escuchaba una y otra vez Amigos invisibles y me preguntaba, ¿cómo será Gabriel?. Me gusta ese nombre.
Al frente del colegio “Uruguay”, testigo de la infancia de mi madre y parte de la mía propia, el letrero: “Mister Music”. Como pude me estacioné… y auricular en oído me bajo esperando la deliciosa voz para el acostumbrado: “¿Y tu como estas vestido?” que no falla cuando vamos al encuentro de alguien a quién no hemos visto nunca. Voz y nombre de Ángel se aproxima y los auriculares abandonan nuestros tímpanos para darnos la mano diciendo nuestros nombres.

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